En este caso quiero compartir la tarjeta que mi amiga me hizo para este cumpleaños (muchas gracias de todo corazón; la verdad fue una de las cosas mas lindas que me dejaron este año) y su historia acerca de Kobato y Fujimoto, dos que son un amor ^^
Aquella había sido una jornada realmente larga, a pesar de tener una misión, a veces necesitaba un descanso, era agobiante el hecho de tener poco tiempo y lo era más aun por poder divertirse como a veces quisiera, pero luego se acordaba de su objetivo... o algo así, aquella motivación poco clara que tenía en la cabeza pero que aun así la ayudaba a ir hacia adelante con una sonrisa, aquella pequeña, escandalosa y adorable chica tenia un deseo que venia desde el fondo de su corazón y ella no descansaría hasta cumplirlo.
Pero quedarse en aquella banca no estaba tan mal, los rayos del sol la nutrían mas de una forma poética que de una forma física, aun así ella sonreía al recibir el agradable calor ¡que lindos eran los días así! su frustrante acompañante le aburría con su usual cantaleta de que debería moverse, pero ese día ella quería ser egoísta incluso con ella misma, quería recibir un poco del calor del sol de esa manera hasta que la luna fuese la única que la obligara a irse.
Un chico pelirrojo observaba toda la escena bajo el disfraz de su mas reciente trabajo de medio tiempo (vendedor de refrescos cítricos) suspirando se acerco a la chica que con cara distraía se bañaba con el sol.
"Refrescate, podrías quemarte la piel torpe" le entrego una lata tocando por un breve segundo las manos de ella provocando un pequeño sonrojo por parte de ella, y se fue dejándola con una sonrisa aun mas amplia en sus labios "Gracias, Fujimoto-san, que poco honesto de tu parte"
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